AENA QUIERE IGNORAR LA CONGELACIÓN DE TARIFAS DEL GOBIERNO ESPAÑOL

Ryanair, la aerolínea nº 1 de Europa y España, ha instado hoy (jueves, 27 de marzo) a AENA, el operador aeroportuario, que acepte la decisión del Gobierno español de 2021 de congelar las tasas para los pasajeros españoles. AENA ha intentado en todo momento aumentar las tasas a los pasajeros e ignorar la decisión del Gobierno de proteger a los pasajeros del aumento de las tasas aeroportuarias.

En lugar de fomentar la conectividad en España, AENA está demandando al regulador español, CNMC, en un intento desesperado por anular la congelación de los aumentos de las tasas por parte del Gobierno hasta 2026, lo que permitiría a AENA aumentar aún más sus ya excesivas tasas a los pasajeros españoles.

Los repetidos intentos de AENA de aumentar las tasas aeroportuarias, de priorizar sus “inversiones” en aeropuertos extranjeros en el Caribe y Sudamérica, construir una sede central de 200 millones de euros y de perseguir gastos innecesarios son una burla a la decisión del Gobierno español de congelar las tasas, que fue clave en la rápida recuperación del tráfico en España tras la crisis del Covid.

Es evidente que AENA no tiene ningún plan para el desarrollo de los aeropuertos regionales, y debido a sus elevadas tasas y la mala gestión de estos aeropuertos, que no son competitivos y permanecen semivacíos e infrautilizados sin ningún plan para apoyar el desarrollo económico, Ryanair se vio obligada a recortar el 18% de su tráfico regional español para el verano de 2025, con más recortes inevitables para invierno debido a los costes no competitivos de AENA.

Los consumidores españoles merecen algo mejor. AENA prioriza Madrid, Barcelona, Canarias y Baleares, mientras que los aeropuertos regionales españoles están en decadencia. El Gobierno español puede impulsar el turismo local, el empleo y la conectividad exigiendo una reducción de las tasas y no permitiendo que el monopolio de AENA perjudique aún más a España, en especial a las economías regionales, ya que el tráfico seguirá saliendo de España debido a la falta de competitividad y al aumento de los costes.